Yace aquí la evolución de quien he sido a quien soy.
El reflejo de quien fui, la proyección de quien creo ser.

3.15.2010

Dicen por ahí

Existe un antiguo mito, este dice que un día un sabio pidió que le quemaran los ojos, porque en el mundo había tantas cosas bellas por ver que no lo dejaban pensar en paz...


Si esto le funcionó entonces:
Que me revienten los oídos, porque tu voz me suena en la cabeza todo el día.
Que me corten las manos, para no tentarme más a tocar tu suave piel.
Que me arranquen la nariz, porque tu aroma me perturba por las noches.
Que me quiten la lengua, porque soy adicta al sabor de tus labios.
Y que me quemen los ojos, para dejar de extrañarte cada vez que vea esa linda cara.


Pero ante todo, que me saquen el corazón, que sin ti no funciona.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sabes en verdad
me identifico ampliamente
con lo que has escrito aqui

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