Yace aquí la evolución de quien he sido a quien soy.
El reflejo de quien fui, la proyección de quien creo ser.

7.20.2012

3532km

Nos envolvimos en ese extraño proceso de dejar de conocernos.
Vos seguías tratando de irte,
yo seguía tratando de hacer que te quedaras.
Cuando yo quería huir,
me atrapabas de nuevo,
con la pócima de tu aroma y tus ojos,
que siempre lograba impregnarse en mi piel.
Me aterraba la vulnerabilidad de mi desnudez,
al revelarte el secreto que me mantiene a tus pies.
Como el recuerdo de la última vez que me besaste.
Pero ahora es tiempo de que te reserves las últimas gotas de tu poción,
porque mi hora de partir se acerca,
y la vas a necesitar para el momento en que vuelva.
No me dejes ir, que esta vez no pretendo escapar.
Me dejé atrapar, ahora no vayas a zarpar.
Y te lo ruego, el corazón no me vayas a arrancar.
Por tu aroma y tus ojos,
combinación divina,
es que te tengo que olvidar.
Porque la distancia se avecina,
esa que nos va a separar,
sin piedad ni compasión,
nos va a desintegrar.
Nos envolvimos en ese extraño proceso de dejar de conocernos,
o al menos eso, Ojos Tristes, es lo que deberíamos de intentar.

7.14.2012

Perspectiva

Asómese dentro de esos ojos verdes,
fíjese bien en ellos,
note como la destruyó.
Como convirtió en ceniza los pedazos de su corazón.

Mire la esquina vacía de ese cuarto,
donde está usted de cuclillas, llorando,
deseando que vuelva.
Mientras en el pasado solo se encargó de quemarle el alma.

Mírese al espejo, vea la pena que le rodea las córneas,
de saber que aquel ángel de ojos tristes
debió de pagar por sus pecados.
De saber que no hay manera de enmendar lo que hizo.


Mírese a usted mismo,
convertido en un monstruo,
en una de esas personas que se sientan a sus cuarentaypico de años
a suspirar por las miserias de aquel amor de su pasado que dejaron escapar.


Véala, hecha pedazos,
todo por usted.
Véase, hecho pedazos,
todo por ella.

Véase, suspirando un "desearía...",
véala, velando por su regreso,
Véase, esperanzado, ilusionado,
véala, sin creer más en usted.

Véase, jurándole
que ya se cansó de robar almas,
de robarse el brillo de los ojos de la gente,
pero ya nadie le cree, ya nadie le cree.

Véanse, deseándose el uno al otro,
esperando por abalanzarse sobre sus brazos,
aguantándose las ganas de lanzar el primer beso,
porque son demasiado tercos, porque los separan las palabras y los gestos.

Véala, llorando por usted,
véase, llorando porque ya no la tiene.

7.06.2012

Suena tan fácil cuando se escapa de tu boca.
Atrapa tan fuerte cuando es entre tus brazos.
Despedaza tan simple cuando son tus ojos.
Aprisiona tan sencillo cuando es en tus labios.

Impulsos.

Estoy cansada de ser ese "quizás",
de ser esa pregunta sin respuesta,
de no ser mas que una simple decisión.
Ya estoy harta de ser tu diversión.


Estoy extenuada 
de no recibir más que un "no sé" por respuesta,
tengo el alma agotada,
el corazón escurrido.


Debés de aprender que en la vida,
aunque se pueda, no se debe tener todo lo que queremos,
porque dejaríamos de apreciar las cosas.
Justo como vos ya hiciste conmigo, por tenerlo todo.
Te pido respuestas, y no me das más que otras preguntas.

Malditos sean los impulsos que te recorrieron el cuerpo
para robarme un pedazo más de mis entrañas,
tan solo con un beso.
Maldito sea el momento en que mis impulsos
correspondieron a los tuyos.

Yo ya no creo en las palabras,
y ya ni siquiera puedo creer en vos,
ni en mí, ni en nadie,
ni quiero.
Pero te quiero creer.

Yo ya no sé como hacer,
no sé como hacer para ser alguien a quien vayas a extrañar,
para ser ese por quién se te van a hacer largos los días y cortas las noches,
no sé como ser más que la astilla que te atraviesa el alma,
yo quiero ser el tronco de tu ser.

Pero ya estoy molida,
me pasaste por encima cuantas veces quisiste;
aunque bien sabes que vos tampoco te resististe,
a mirarme entre los ojos
y sentir el antojo de devorarme los labios.
Impulsos, malditos impulsos.

Te advierto, esa noche será una de las más extrañadas,
la noche en que nos reímos a carcajadas,
nos deseamos con miradas,
y nos besamos de secreto en la madrugada.

A vos de ojos tristes, por una noche de 5 de Julio en que me robaste un pedazo de corazón.