Yace aquí la evolución de quien he sido a quien soy.
El reflejo de quien fui, la proyección de quien creo ser.

9.29.2015

Efímeros & Enigmáticos

Hay dos principios elementales que rondan el universo 
y la existencia misma del ser humano. 
Los mismos son irrefutables e inevitables,
temidos por unos y ansiados por otros. 
El paso del tiempo y la llegada de la muerte son 
elementos místicos, que acompañan la existencia 
del universo mismo desde su nacimiento. 
La vida, por ser vida como tal, es orgánica, finita. 
Efímera y enigmática. 
La primavera llega y florece el bosque.  
El tiempo transcurre.  Eventualmente es invierno 
y hasta la flor más hermosa debe perecer. 
Abriendo el paso a una nueva sonrisa, 
a un nuevo momento en la existencia. 
Digo sonrisa porque la Tierra sonríe 
cuando el brote florece, y nos llamo enigmáticos
porque sonreímos al observar el brote florecer.
No hay mejor mentor que la naturaleza misma,
y es tras acompañarse de esta madre,
que se suaviza la tez devastadora de aquella 
figura estilizada a la que llamamos “lo pasajero”.
No pretendo instruir la vida de ninguno,
pues cada hombre porta el peso de 
su propia conciencia sobre los hombros.
Pretendo contarle mi historia,
acerca de como el silencio me ha hecho florecer.

9.11.2015

Adoro esas cosas que nos pertenecen solo a nosotros mismos,
como los recuerdos y las miradas.

9.02.2015

Preludio

Se estaba engendrando en las montañas,
en medio de árboles tan verdes como los míos.
Usted al norte, yo al sur.

Je me suis trouvé avec toi et j'ai épanoui.
("Me encontré con usted y florecí").



Me topo conmigo escuchando su canción "on repeat".
Una y otra vez; abro los ojos por la mañana,
pienso, deseo y agradezco. Usted no está aquí pero
ya todo es distinto. Ahora su alma me acompaña.

Vislumbré pero comprendí.
Me había tropezado por
primera vez con un alguien a quien
siempre conocí. ¿Cree usted
en la re-estructuración atómica?

Me gusta pensar que hubo una vez,
donde mis átomos constituyeron
la misma estrella que los suyos.

Quizá hace diez mil millones de años,
quizá hace un instante.
Pero la energía no olvida, ni se crea,
ni se destruye. Evoluciona, trasciende.

Y la vibración en mis átomos danza
en sincronía perfecta con los suyos.
Le percibo a seis mil kilómetros de distancia, percibo
el calor que emana de su cuerpo y el brillo que irradia su piel.

¿Cómo es que reconozco el olor de su pelo
y el ritmo en su respiración? ¿Cómo es
que me he extraviado antes en sus ojos
y en su alma enigmática?

Encantada de conocerle, por millonésima vez.