Idealización

1. nombre femenino

   Consideración o representación de una persona o cosa como un modelo de perfección ideal que no se corresponde con la realidad.

No hay nada suyo que yo extrañe,

todo lo que extraño recae sobre mí misma,

o al menos de eso me intento convencer.

Extraño el sentimiento de despertarme por la mañana y

percibir su piel rozando la mía, su cuerpo cerca, 

la fricción en nuestra energía: leve, sensual, fascinante.

El besarle sin importar que todavía 

no me había lavado del cuerpo la saliva de la noche anterior,

porque le hube besado hasta el alba.

Extraño ejercitar los metatarsos y acercarme a la carne de su boca.

Abrir mis brazos, como clamando al sol, y envolverlos en un cuerpo tibio.

Extraña es como me siento, no extraño (nada), extraña (estoy). 

Se me borraron las ganas que me revoloteaban el espíritu.

Se me borraron los poemas que tenía en cola para escupir en el papel.

No armo versos, no pinto, no dibujo, no bailo ni canto. 

No estoy triste o quebrantada, nada más no estoy, no me llamen. 

Toda mi vida me he refugiado en emociones que son musas.

Sin aflicción no hay poesía, sin regocijo no hay colores.

Ahora debo retirar mis palabras, pues extraño algo suyo, una única cosa: 

la persona que conocí. 

Quién algún día fue, o al menos, quién pretendió ser

para así escabullirse entre los pasillos que llevan

a la sala de mi alma e instalar sus explosivos.

Aquel ser que quizá no es más que

la idealización que construí acerca de sus tatuajes 

y sus palabras y sus labios refinados. 

Extraño poder creer que usted era el humano 

con quien siempre anhelé toparme.

Al menos eso le otorgaba cierto sentido al extrañarle.

Ahora sé que usted no es más que una falacia portadora de un alma turbia,

es insensato e irracional el seguir soñando con sus ojos. 

Ahora sé también, que la idealización es un reflejo y que la puedo proyectar en otros más.