Y sigo escribiendo de vos

Dos largos meses yacian desde la última vez que se habían visto.
Al tenerle enfrente, exhaló, con un aire de conformidad expresando la tranquilidad
que había vuelto a ella luego de las vacaciones que se había tomado y le había dejado a suerte propia.
Rapidamente se acercó, reposó tranquila y monotonamente ahí en medio de su hombro y su cuello
como cada vez solía hacer... Ese era su lugar favorito, el lugar donde se sentía dueña del tiempo.
Deslizó su cabeza por su cuello, inhalando profundamente hasta impregnarse su aroma en cada poro, besó su mejilla pensando en cuánto le ha amado todo este tiempo, y reflexionó, solitariamente, dentro de su cabeza, con la única compañía de su conciencia:
-Si supieras todo lo que recorre mi cuerpo en este momento, y cada vez que te veo. Si entendieras la manera en que mis ojos te perciben. Si tan solo lograra conseguir un espejo que me reflejara por dentro para que conocieras mis sentimientos y creyeras en ellos.

Y esque no hay como las palabras que vos lográs que sincronicen mi mente y corazón.

-Llevo tu nombre tatuado en cada poro de mi ser-