Es una lástima
cuando llego a casa
y no estás posada
entre mis sábanas y mi techo,
con las manos tibias
y preparadas
para recorrerme las vértebras.
cuando llego a casa
y no estás posada
entre mis sábanas y mi techo,
con las manos tibias
y preparadas
para recorrerme las vértebras.
Es una lástima
cuando despierto en la mañana
y es fría y el cielo llora.
Y entonces recuerdo
que no estás posada
entre mis sábanas y mi techo,
con los brazos abiertos
como clamando al sol.
cuando despierto en la mañana
y es fría y el cielo llora.
Y entonces recuerdo
que no estás posada
entre mis sábanas y mi techo,
con los brazos abiertos
como clamando al sol.
El humo gris
abandona mi pipa
de la misma manera
en que sus pies danzaron
por la puerta principal.
En perfectos y sutiles patrones
que giran y giran y cautivan,
y no es hasta que se esfuma
que uno se percata
de que se estaba yendo.
abandona mi pipa
de la misma manera
en que sus pies danzaron
por la puerta principal.
En perfectos y sutiles patrones
que giran y giran y cautivan,
y no es hasta que se esfuma
que uno se percata
de que se estaba yendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y vos, que sentiste?