No es arte hasta que no te hace sentir algo.
Es arte cuando te hace sentir algo.
Amar, no es arte hasta que no sentís algo.
¿Fascinante, verdad? Sublime.
Los ojos de la gente,
las miradas. Y el incienso.
El humo danzante. Las teclas del piano.
Las olas del mar, las ilusiones.
"Vamos afuera", me dice el viento.
"Me duele el pecho, me arden los ojos", le respondo.
Vislumbré. Somos vulnerables. Infinitos,
pero físicamente cambiantes. Y el momento se acabó.